De todos estos modelos de predicción, el único que es suficientemente abierto en la explicación de su metodología es Danske Markets. Según estos autores, la posición relativa de un país con relación a otro en téminos futbolísticos (que sirve de base para saber quién ganará un partido entre dos equipos), está determinado por las siguientes variables:
1- Diferencia entre los equipos en su PIB per capita, medido en paridad de poder de compra (quiere esto decir que los ingresos se ajustan por la capacidad adquisitiva de una unidad de moneda internacional en el respectivo país). Es claro que un país más rico tiene mayores recursos para orientar al deporte, y por lo tanto deberá tener mejores deportistas.
2- Diferencia en población. Un país más grande tiene una universo mayor para escoger mejores futbolistas. Pero un vez llegado a cierto nivel, este efecto comienza a disminuir. La diferencia entre los cuadrados de la población, con un signo negativo, reflejará este último efecto.
3- Diferencia en historia y tradición futbolística. Se miden por el número de participaciones en la copa mundo, con una variable dummy que castiga a los países asiáticos que no tienen mucha tradición futbolística.
4- Diferencia en el ranking de la FIFA.
5- Estrellas de que disponga. Se utiliza una variable dummy para cualquier equipo que tenga un jugador nominado para el titulo Futbolista Europeo del año.
6- Se le da una ventaja al país sede. Se calcula con otra variable dummy.
No pude resistirme a hacer un pequeño experimento. Utilicé las variables PIB per cápita (metodología de paridad del poder de compra) y población ( en ambos casos me apoyé en cifras del Banco Mundial). Apliqué los coeficientes de estas variables calculadas por Danske Markets, para producir un índice que he llamado de fortaleza futbolística potencial (FFP), con el cual se produce un primer ranking para algunos países de América Latina. Después consulté el ranking ELO de fútbol y examiné si existía alguna correspondencia entre los rankings. Los resultados se ven en el cuadro siguiente (como es costumbre, el lector que quiera ver el cuadro más nítido, debe apoyar sobre él. No he descubierto la manera de hacerlo mejor. Lo siento).
Hay países que tienen un ranking superior al que le determinarían sus “variables fundamentales”. Ellos son Argentina, Chile, Honduras, Uruguay, y Paraguay. Otros tenemos una fortaleza potencial superior a la realmente obtenida. Somos Colombia, México, Venezuela, y Perú. La diferencia entre los que podríamos ser y lo que efectivamente somos radica en lo que podría llamarse en algunos modelos de desarrollo “Instituciones”, bajo las cuales están aquellas variables que en el modelo de Danske Markets se denominan “historia y tradición futbolística”. Allí estarían factores como la calidad de los campeonatos locales, el esfuerzo por desarrollar divisiones inferiores, la seriedad de los clubes, la transparencia del mercado de jugadores (definitiva a la hora de establecer los incentivos al buen desempeño), la calidad de la dirigencia deportiva, etc. ¿Cierto que dan ganas de hacer este análisis en otros campos más serios?
P.D.
Para quienes consideren que hemos hecho una concesión a la superficialidad, les dedico estas dos frases:
Entre todos los temas no importantes, el fútbol es el más importante (Juan Pablo II).
Alguna gente cree que el fútbol es cuestión de vida o muerte. Es mucho más importante que eso (Bill Shankly).
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